¿Hacia dónde diriges tu mirada y tus emociones?


A veces dentro de nosotras existe una pequeña lucha tan sutil que pasa casi desapercibida. Pero es como la sal en la comida, no se ve pero se siente y termina de dar el sabor a la comida. Esa lucha sucede entre ese yo pasado y el yo futuro. Nunca llegan a ponerse de acuerdo, por lo cual provocan enormes tensiones internas. Nos fastidian sería la palabra, pues no aportan paz. Mantienen una discusión entre ellas que ni se callan cuando queremos estar en silencio a solas, pues ahí están chichando a ver quien de ellas se alza con el triunfo.

El yo futuro nos lanza a vivir tan aceleradas que pareciese que estemos subidos a un TREN AVE, ni nos deja mirar el paisaje. Es tal el acelere que el corazón ya se esta quejando a un ritmo más que rápido. Esa taquicardia arrastra a la respiración, traspira por las palmas de las manos, como si estuviésemos bajando una cuesta a toda velocidad sin frenos, solo podemos gritar pues el pánico corre por nuestras venas. Quisiéramos bajarnos en alguna estación pero es imposible, el maquinista desapareció y nos dejó a la señora Ansiedad al frente de nuestro tren.
El yo pasado ha ralentizado tanto su ritmo que casi casi pide permiso a un pie para mover el otro. Si pudiese apagaría la luz de todo y se quedaría en la noche del ayer. A ese momento que la Vida le robo el para que de su existir. Caminar errante sin destino movido por la rutina diaria aún le mantiene en vida, pero el fin de semana le recuerda que el destino está en sus manos. La oscuridad lo envuelve cuando el sol del mediodía quiere disipar las sombras y poco a poco esa oscuridad va secando su alma.

Pero ¿qué paso para llegar a estos extremos? Te voy a presentar a los dos protagonistas de esta historia. Por una parte don visual y por otra don kinestésico pero ponles el adjetivo de tóxicos para ser más precisas.
¿Qué quienes son? pues nada más y nada menos los que te han sostenido durante toda tu vida hasta el día de hoy, Es decir, que despegarte de ellos es un poco difícil pero no imposible.

¿Cómo lo puedes hacer? Sencillamente conociendo la intención positiva de su comportamiento, Por algo están ahí, ya sea para protegerte o defenderte, Aceptaste su forma de cuidarte porque así lo aprendiste de tus padres o círculo social.

El visual tóxico te hace subir al tren de la ansiedad, ve alarmas en cualquier esquina, estar en modo alerta por si alguien se le ocurre quitarte lo único que es tuyo, que puedes tocar, mostrar a los demás o a ti mismo pues te da seguridad. ¿Quién serías tu sin todo esto? tu identidad se derrumbaría si alguien pusiera en duda todo lo que te ha costado tanto esfuerzo construir: familia, trabajo, etc. Cuidadito que alguien se le ocurra mirarte por encima del hombro, ahí tu despliegas tus alas rápidamente y le haces saber que ahí mandas tu. 
Este visual ahoga a tu verdadero visual que te facilita tomar la iniciativa, 
responder con rapidez ante ciertos sucesos, gozar de los paisajes por donde viajas.

El kino tóxico ralentiza tu vida de tal modo que hechas raíces en el pasado, su modo alerta es recordarte la herida emocional que te causaron, fue por culpa de ese suceso que nunca más pudiste vivir, estás en el olvido porque ahí te dejaron, desojar una margarita siempre termina en el "no me quiere".
Este kino tóxico sepulto a tu kino sano, que si saborea cada minuto de la vida hasta la comida la encuentra sabrosa, un kino que despliega su abanico de emociones 
para contarte su vida, busca la cercanía de los demás pues son posibilidades 
para seguir conociendo gente.
Y ahora que, pareciese que te planteo un encrucijada, pue si porque la VIDA se vive así, a base de elecciones. 
¿Cómo deseas vivir a partir de ahora? Puedes ir a miles de conferencias de crecimiento personal, ser alumna de los mejores maestros del coaching, mindfulness, gurús, etc. hacer una y otra vez retiros de silencio. 

Pero todo esto funciona cuando de verdad tu tomas la decisión de empezar a escuchar y amar a tus "tóxicos", escuchar su mensaje, acogerlos, agradecerles su intención positiva pero a partir de ahora tu puedes optar por otro método, sin perjudicarte a ti ni a tu entorno.

Es posible despedir a los "tóxicos" lo sé por experiencia, reconocerlos más fácilmente para no entrar en su diálogo. Esta experiencia me proporciona mucha libertad y amor a mi misma.

SOLO TU DECIDES HACIA DONDE QUIERES MIRAR, SENTIR Y ESCUCHAR. 


* En la PNL hablamos de sistemas representacionales: visual, digital y kinestésico. Conocerlos me ha ayudado mucho a comprende



Comentarios

  1. Muy interesante la reflexión. Gracias María 🥰

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  2. Tu forma de contar historias hace muy fácil entender el cómo suceden las cosas dentro de nosotr@s y como hacerlas más llevaderas, entendiendo la interpretacion de cada parte. Gracias por ilustrarnos de esa forma tan ingeniosa.

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