¿Tienes sed por encontrar-te?

Mil y una marcas de refrescos, gaseosas y colas aseguran que apagan la sed, cuando su fórmula contiene muchísimo azúcar para seguir provocando que bebamos y sigamos con sed. Hasta que vayamos a beber agua, este líquido que se está convirtiendo en oro debido a las fuertes sequías.

En nuestro día a día experimentamos otros tipos de sed emocionales, mentales o espirituales. Por poner algunos ejemplos: sentirse apreciada-amada, riqueza, reconocimiento, poder, tranquilidad, paz, solidaridad, aprender, etc.

Nuestra ansia por aplacar la sed nos puede llevar a tomar decisiones desde la necesidad cuando desconocemos el origen de nuestra sequía emocional. Porque las emociones juegan un papel importante en las decisiones que tomamos, por algo las tenemos memorizadas y nos avisan cuando algo puede ser una amenaza para nosotras.

Llegar a aplacar la sed interna es posible con la ayuda de otra persona que te formule las preguntas correctas o dulcemente confronte tu presente con quien realmente eres. Esa persona ya sea por la amistad que nos une o porque realizamos un proceso de coaching u otro acompañamiento se convierte en nuestra doula, nuestra partera para que encontremos nuestra verdad personal.

La SAMARITANA (Jn 4,5-26) recorre este proceso y lo inicia en un momento de la vida cotidiana, porque empezar a encontrar-Nos y conocer-Nos puede suceder en cualquier espacio y tiempo.

Una mujer que se encuentra con un enemigo histórico, un hombre judío. Primer límite que se rompe al entablarse un diálogo entre ellos. Las creencias son barreras puestas por nosotros mismos que impiden el diálogo. Jesús, el judío logra que se establezca un clima de confianza, lo suficiente para que la mujer abra su corazón, se deje interpelar por las palabras del desconocido.
Un visitante que le habla de la verdadera sed que se sacia con agua viva: de amar y amarse. 

La CALIBRACIÓN y el RAPPORT del Judío debieron ser excelentes para lograr captar de esa mujer algo más profundo que las palabras de reproche que le dirige: "¿Cómo tu siendo judío me pides de beber a mi que soy samaritana?" Es una tendencia muy nuestra, salir a la defensiva cuando intuimos que alguien quiere pedirnos un favor non grato. 

Jesús, ayuda a la mujer a REENCUADRAR su experiencia de fe a partir de este momento, porque "los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad", La VERDAD de corazón es lo más importante, pues no se trata de realizar gestos rutinarios que perdieron su sentido,  Por eso cada meditación zazen, plegaria, retiro, etc. es único, irrepetible. 

Se trata de saber morir en el zafu para dar paso al SILENCIO. Dedicar tiempo al silencio facilita después estos encuentros tan sanadores.

Es posible cuando ponemos toda nuestra ATENCIÓN, somos conscientes del AQUÍ Y AHORA, que fácil es ir distraídas por la Vida, dejándonos envolver por miles de pensamientos que nos llevan a un callejón sin salida mental.

La CONFRONTA con su pasado, no la acusa desde la norma, sencillamente le dice su verdad. Siempre me he preguntado cual sería el tono de voz, la mirada, las palabras que dejaron desarmada a la Samaritana. 

Una actitud que solo es posible desde la ESCUCHA ACTIVA  provocándole una TOMA DE CONCIENCIA tan fuerte, que le hacen exclamar: "Señor, veo que eres profeta", FACILITA SU CRECIMIENTO hasta el punto que comunica y contagia a sus vecinos su alegría: "Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho, ¿no será el Cristo?" (Jn 4, 29). 

Ese que le acaba de decir su verdad, hace posible que ENCUENTRE el sentido de su vida, que deje de mendigar agua para saciar su sed pues ella misma es fuente inagotable de agua viva.

La alegría desbordante del SATORI, de la plena conciencia de QUIEN SOY es impresionante, se termina el mendigar ser amada o valorada, El miedo por vernos a nosotras mismas desaparece, pues nuestra peor acusadora doña creencia deja de ejercer su nefasta influencia.

Encontrar-nos facilita un cambio de conciencia imposible de mantener acallado, deseamos que más gente lo experimente en su propia vida.

Encontrar-nos es un proceso por eso necesitamos ir repetidas veces a la fuente del SILENCIO interior y seguir celebrando que nos desprendemos de aquello que estaba impidiendo saciar nuestra SED por agua viva.

Date un tiempo diario para encontrar-te en el silencio que te sana.

De noche iremos, de noche.
De noche sin luz de luna;
que para encontrar la fuente
solo la sed nos alumbra 
(de Luis Rosales)



 




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