En el desierto florecerás

Hay etapas en la vida que parecen más un desierto que un jardín de flores. Etapas donde la sequedad emocional, también llamadas crisis.
Esa aridez emocional y espiritual nos golpea pues parece un tiempo eterno. Hasta puede darnos la sensación de estar en la total oscuridad pues no hay ninguna estrella o señal que nos indique hacia donde ir. 
¿Te resuena? ¿Has pasado desiertos en tu vida?
Mientras estamos caminando por el desierto experimentamos las emociones en tonos grises y negros, los pensamientos siguen casi la misma trayectoria. Sentirnos perdidas forma parte de este desierto. 

Creo que nadie va a ese desierto del alma como si fuese ir a una sesión del gimnasio

Sí he buscado junto con otras personas esos pequeños desiertos de silencio anuales por medio de los sesshin o ejercicios espirituales, como muy largos son de 8 días o de un mes. Pero, tienen un día de inicio y otro de final a diferencia de los DESIERTOS que te hablaba. Suceden en un tiempo cronológico  donde la ausencia de la actividad diaria nos facilita ser más conscientes de toda la movida mental y emocional que vivimos. Es un tiempo para reponer fuerzas interiores, ver con mejor perspectiva nuestra vida personal

Me pregunto ¿Cómo vivió Jesús su etapa de 40 días en el desierto? Ya sabemos que el número 40 es simbólico más que un tiempo cronológico.

Es muy importante pasar por una etapa de desierto para nuestro crecimiento personal y espiritual. Fíjate que estoy hablando de caminar y pasar, nunca de quedar parados, inmóviles. Por eso, fue la misma Ruah, el mismo Espíritu que llevaron a Jesús al desierto. 

La VIDA nos (me) lleva a experimentar estos desiertos del alma, rechazados, no aceptados de un principio por el dolor y sufrimiento que traen consigo. 

Y a ti ¿Quién o qué circunstancias te llevan a pasar por un desierto?

Poco a poco he ido mirando El DESIERTO como tiempo de KAIROS, de crecimiento.
  • Para ser más conscientes QUE o QUIEN nos domina, nos hace adictas a... para descubrir a esa parte personal digital, visual o kinéstesica tóxica, tal vez fruto de la resistencia al  sentirnos confrontadas o minusvaloradas a ceder nuestro poder personal por temor a ser heridas.
  • De confiar más plenamente en nosotras mismas, de saber y sentirnos que somos nuestro cliente más importante. Nuestro autocuidado es primordial para poder seguir cuidando o sosteniendo a otras personas.
  • Cuando sabemos que si o si hemos de pasar por esta etapa para alcanzar nuestra meta de proyecto. Caminar y disfrutar del proceso, de cada una de las etapas.
  • Un tiempo para soltar "mis planes para el éxito rápido y seguro" según yo. Para darme cuenta si realmente ese proyecto nacía de mi esencia o de una idea pasajera del ego.
El DESIERTO es un tiempo de kairos, de encuentro con nuestra verdad personal. Es la experiencia real que en el desierto también nacen flores. De poner nombre a nuestros "demonios", descubrir su raíz y como los hemos alimentado durante  nuestra vida.

 Solo así podemos superar las tentaciones de:

  1. Creer que existe una varita mágica para quitar problemas en vez de resolverlos.
  2. Dejar nuestra responsabilidad en manos de otras personas, para que nos resuelvan nuestros problemas.
  3. Adorar, seguir ciegamente a otra persona anulando completamente quien soy.
¿Y AHORA QUE?  Tenemos por delante una etapa cronológica (de hoy hasta Pascua) pero puede convertirse en una etapa de crecimiento personal y espiritual, Un tiempo de UNIDAD, de Samadhi o kensho, pues los ruidos interiores y exteriores no estorban, están ahí pero van desapareciendo como desaparece la bruma al salir el sol. 
Pregúntate: 
¿Qué debo soltar y reforzar en mi vida personal mientras avanzo por el desierto del alma?

RECUERDA; En el desierto aprendes a florecer.

PD: más información en Mt 4, 1-11





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