¿ME ENTIENDES CUÁNDO NOS HABLAMOS? (1)
Seguro que le caigo mal,
fíjate como me ha mirado”, “Esta enfermedad acaba conmigo”, “La juventud está
perdida”, “No puedo con todo esto”, “Tengo que comer menos azúcar”. “Todo el
mundo va en mi contra”, “siempre consigue lo que quiere”, “ni se fija en los
demás, solo va a lo suyo”, “pon eso ahí y bajas aquello de más allá”.
Estas y otras expresiones
parecidas ¿te resultan familiares?
Te invito a ponerte en
situación de observadora, de releerlas sin saber el contexto, ni quien las dice
o las recibe. Y anota que preguntas te haces a ti misma para poderlas
comprender, darles un sentido.
Ya, las releíste, Entonces
comprenderás mejor cuanto te voy a comunicar.
Las
palabras cuando se unen pasan a convertirse desde un poema recitado a un
manifiesto vecinal, desde una declaración de amor a un discurso de guerra. Las
palabras nos ayudan a expresar nuestras experiencias, sentimientos,
pensamientos, deseos, tienen un papel muy importante en la manera de comprendernos
a nosotras mismas y a los demás.
Las
palabras cuando se unen pasan a convertirse desde un poema recitado a un
manifiesto vecinal, desde una declaración de amor a un discurso de guerra. Las
palabras nos ayudan a expresar nuestras experiencias, sentimientos,
pensamientos, deseos, tienen un papel muy importante en la manera de comprendernos
a nosotras mismas y a los demás.
Las
palabras crean vida o división, todo depende de cómo las usemos. Esta
relacionado con los patrones lingüísticos que usamos diariamente. Patrones que
facilitan o interfieren la fluidez de la información que se da en un diálogo.
Empecemos por lo más sencillo
y cotidiano. Te ha pasado alguna vez que has hecho comentarios como “seguro que
no le interesa hablar conmigo”, “no hay
más que verle la cara para saber que esta enfadada”, “ya están hablando otra
vez de mi”. Pareciera que tenemos la capacidad de hacer una LECTURA MENTAL
de lo que dice la gente, creyendo que sabemos sus intenciones o pensamientos,
más aún afirmamos su veracidad. Pero ¿es verdad? La única manera de saberlo es
preguntándonos ¿Cómo lo sé, que datos tengo que me confirman mi pensamiento?
En
otras ocasiones invertimos la tortilla porque los demás son las o los causantes
de nuestro estado: “tu mirada me pone nerviosa”, “tus quejas me agotan”, “su
silencio me entristece”, etc. la CAUSA de cómo nos sentimos es EFECTO
de algo externo. Se trata de hacer un pequeño trabajo de indagación personal y
preguntarnos “¿Cómo específicamente te molesta la forma en la que te miro?“
¿Qué me pasa en concreto con esta situación? ¿qué mensajes me digo a mi misma
en esos momentos?
Cuando queremos resaltar la NECESIDAD de realizar una acción o un cambio personal, nos sentimos que hemos de esforzarnos en lograrlos, casi casi lo vivimos como una obligación, por eso nos apoyamos en el “Tengo que” o “debo que”. Piensa como te sientes internamente cuando te dices a ti misma “Tengo que comer menos azúcar”, “Tengo que andar 1 hora al día”, “Debo leer y orar cada día”. ¿Te resuena como a obligación, imposición?, Ahora, piensa y siente tu cuerpo al decir “puedo comer menos azúcar”, “Voy a caminar 1 hora al día”, “Voy a dedicar 30 minutos de lectura y oración al día”, Son expresiones que te motivan más a realizar esa acción ¿Sientes diferente al decir una u otra expresión? ¿Con cuál te quedas?
Uy, me
olvidaba del freno interno que se activa casi casi solo, es el infalible “no
puedo”, “no sirvo”, “no ha cambiado”, “no puedo perdonarla”, “no sirvo para
coordinar”. etc. es un freno a la POSIBILIDAD del logro, del camio, del
crecimiento. El límite me lo marco yo misma con el “no puedo”, cierro ventanas
al aprendizaje que me permitirá cambiar esta situación, es bueno preguntarse
¿qué pasaría si pudiese?
Ahora
te presento a unos operarios muy UNIVERSALES y activos, pero sin rostro:
“Todo dijo a siempre que nada y nadie nunca aparecen”, ni me preguntes donde
localizarlos, pero están siempre presentes. “Toda la gente del pueblo habló
de..”, “Siempre haces lo mismo”, “Nadie vendrá”. “Nunca lograremos cambiar”.
Expresiones que al concretarlas dejan de parecer máximas universales, ejemplo
“las vecinas de mi calle, la señora A y B hablaron de…”, “Cuando no miras la
lista de compra…”, “Las personas anotadas vendrán...”,
A todo “esto”, pues seguimos con “eso” de aprender más expresiones, “Esto que está aquí te gustará más”, “Eso fue superior a mi”, “Eso estuvo muy bien”, “eso de ahí ponlo allí” ¿qué es esto, eso y aquello? Resulta tan INESPECÍFICO que no facilita la comprensión, se necesita de ser más específico y concretar que nos referimos cuando decimos “eso”. En mallorquín decimos: això, allò para decirlo todo. Es más comprensible decir: “Este jarrón de rosas que está aquí te gustará más”, “La felicitación por su cumpleaños estuvo muy bien”. “la mesa pequeña ponla en la pared”. Al menos quien no conoce nuestro código lingüistico se le hace más fácil entendernos.
Termino
con unas adivinanzas diarias, “a que estas contenta de haber leído el
artículo”, “ahora te sentirás más tranquila”, “estarás nerviosa con tanta
información”, “Vendrás a la reunión”, “me ayudarás ahora o más tarde”,,, son
simplemente PRESUPOSICIONES pues damos por hecho un acto: que vendrá a
la reunión, que nos quiere ayudar, que está nerviosa, que ahora podrá
relajarse…. Estamos dando una opinión desde lo que yo creo que debe querer la
otra persona.
Y
¿ahora que? Pues te invito a comprender las dificultades de relación
interpersonal que se dan por una falta de comunicación, por no expresar
adecuadamente que quiero decirte o no preguntarte para poder concretar mejor
que comprendí. Por eso, pregúntate a ti misma o a tu interlocutor para ayudarte
a comprender realmente el mensaje que estas dando.
La
comunicación es un arte que se aprende cada día.
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