ESTAR DONDE ESTÁS

 

¿Tienes la experiencia de caminar por la orilla del mar? De niña me encantaba ver mis huellas dibujadas en la arena pero las olas las borraban. Era muy entretenido ver como el mar tragaba cada una de las huellas, a veces lentamente como si tuviese un corrector y otras de un solo, de un plumazo.

Solo eran visibles en ese instante, en ese momento. El tiempo para verlas era el AHORA, y eso requería mucha atención, pues era imposible estar a la vez haciendo el castillo de arena, el hoyo para buscar más agua o jugar con el flotador. Las huellas requerían mi máxima atención y concentración, todo lo demás quedaba a un lado. 

A cambio el mar me inspiraba a ser perseverante, seguir pintando huellas en la arena, me regalaba esa sensación de aventura, de lucha por querer lograr una meta y sobre todo de diversión pues cada ola era diferente, la espuma se presentaba con nuevos dibujos. El aburrimiento ni aparecía.

Simplemente estaba ahí al 100%, un juego que podía durar largo tiempo.

Creo que esta es la experiencia de Maria y Marta (Lc 10, 38-42). El bullicio de hacer, de preparar para acoger al visitante y a la vez estar al lado de la visita. 

En definitiva saber estar donde estas en ese momento.

Preparando la fiesta, la comida, el trabajo, etc. pero sabiendo que estas al 100 % en esa tarea, centrada en lo que realizas. Sin que tu mente se vaya de viaje a "la luna" mientras te estas peinando, o tus pensamientos den vueltas al problema del futuro examen de oposiciones mientras abres la puerta del coche, o tarareas la canción de tu cantante mientras conduces en modo "Piloto automático". Esta es la belleza del SAMU durante un seshin, estar presente en lo que haces.

Somos capaces de estar haciendo algo pero a la vez tenemos la cabeza en otro lado. 

Nos olvidamos del PARA QUE estamos realizando eso. Tal vez porque la rutina entro en nuestra vida o simplemente somos uno más de ese grupo que hace eso porque alguien más lo hace.

Y claro después surge que algún otro problemilla, como le pasó a Marta. Desesperadas buscamos ayuda, recordamos que somos las víctimas de alguien o de las circunstancias, todo sucede por la "culpa de..." (si me hubieses ayudado... , si estuvieses más aquí..., si tu fueras más...)


Cuando el PARA QUE es "encuentro con"  toma el nombre de SERVICIO todo lo contrario a servilismo pues es la ACCIÓN concreta hacia un TÚ (ya sea un ser vivo o la naturaleza). Es cuando manifiestas tu SER, cada uno de tus dones, tu belleza interior. Y lo mejor es que te sientes realizada al 100% haciendo lo que haces, como se dice ahora estas en modo FLOW.

¿Cómo puedes lograrlo? Sencillamente dedicar la etapa previa a estar  en SILENCIO sin hacer nada

Maria es consciente de la riqueza de esta etapa de SILENCIO INTERIOR, de saber ESTAR DONDE ESTÁ, de saborear del momento presente al lado del AMIGO, sencillamente estar ahí. Estar en ese espacio y tiempo que nos nutre, nos enraíza con nuestra VERDAD. 

Esa es “la mejor parte”: la conexión con aquello que somos en profundidad -y que se saborea en el silencio de la mente-, de donde brotará el servicio eficaz.(1)

Es el SILENCIO que te conecta contigo misma, con la paz, con la compasión y de ahí brota el SERVICIO hacia el TÚ concreto.

Estas donde estás al 100%, consciente de sentir incluso el peine deslizarse por los cabellos, del olor del jazmín por la noche, de tu respirar. Al terminar el día agradeces esos momentos de plenitud o sencillamente das gracias por esos detalles que la vida diaria te proporciono para mostrar tu esencia en el servicio. 

Porque la persona “realizada” no es “Marta” ni “María”: es “Marta” y “María”, a la vez. Silencio y servicio, cuando son genuinos, limpios y desapropiados, constituyen las dos caras de la misma moneda.(2)

¿Tu servicio es expresión de tu silencio interior?

(1)  y (2) https://www.enriquemartinezlozano.com/silencio-y-servicio/


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