¿ME AMAS MÁS QUE ...?

 Suelen decir (y es verdad) que las comparaciones son de mal gusto, ya que alguien es sobrevalorado por encima de otro. Y eso repele más cuando la comparación se basa en quien es más amado.

 Resuena en ti algo parecido, sobre todo si perteneces a una familia numerosa y es la hora de repartir el pedazo de tortilla de patatas o la tarta de chocolate, momento en el cual, se precisa la presencia casi de un juez para que todos los pedazos sean igualitos, pobre del que reciba ese poquito más, pues ya saltan todas las alarmas: "Siempre es tu preferido, le pones el pedazo más grande". Mi madre lo arreglaba diciendo: "iré a buscar las balanzas del tío Perico" y listo, todo el mundo callado con el pedazo que le había tocado.

Cuando "ya somos adultos" y creemos que tenemos "la vida organizada" con nuestras rutinas diarias en la familia, en el trabajo, con las amistades, Sabes lo que puedes esperar de cada quien, es decir la sorpresa ya desapareció de tu vida, todo está bajo control. Creemos que esas comparaciones infantiles forman parte del pasado, pues ya no está presente quien te las provocaba.

Tal vez, ya te resignaste a esa situación, sabes que nunca más podrás gozar la misma estabilidad emocional pero sobre todo has empezado a aceptar la ausencia de esa persona que admiraste y amaste tanto. Una ausencia que aún hoy día humedece tus ojos al recordarla.

Algo así le paso a Pedro. Él y los otros amigos sentían que estaban ante el final pues el BUEN AMIGO había muerto injustamente,  pero a él solo le quedaba la amargura de la negación, de la traición. Esa noche chocó con su propia debilidad, él que creía ser el amigo fiel fue vencido por el miedo, el temor de ser condenado como su amigo.

Por algo dicen que las amistades se cuentan con los dedos de una mano. Para ti ¿puedes concretar como se expresa esta amistad con un hecho concreto? Por ejemplo: celebrar nuestra relación cenando juntas, apoyar con un donativo el trabajo de la amiga.

Un corazón roto como el de Pedro solo podía ser sanado por los hilos del amor, sobre todo cuando es el mismo AMIGO quien se adelanta a reanudar la relación preguntándole ¿ME AMAS MÁS QUE ÉSTOS? ¿ME AMAS? (Jn 21, 1-19)

Atrás queda la traición y la mentira, de ahora en adelante lo que cuenta es EL AMOR, porque al ATARDECER DE LA VIDA NOS EXAMINARÁN DEL AMOR.

Reanudar una relación exige ser más veraz pues sobre ella se podrá reanudar la confianza mutua. 

PEDRO recibe una sola recomendación de parte del BUEN AMIGO: "cuídate de los demás" "deja ya de estar mirándote a ti mismo, de preocuparte quien ocupará los primeros puestos, de ser tan impulsivo y permite que sea otro quien te conduzca por caminos desconocidos", "atrás quedaron las comparaciones pues YO SOY ama a todos por igual", "aprende otra forma de relacionarte contigo mismo y con los demás", "sé libre de esas emociones que te esclavizan a dar respuestas fundamentadas sobre el miedo, la ira, la tristeza, el asco o el desprecio", "cambia la manera de hablarte a ti mismo". 

Digo Pedro, pero podría decir Tu o yo, pues a nuestro manera nos hemos dejado llevar por esos pequeños miedos o celos que nos hicieron alejar de los verdaderos amigos.

Soltar estas trabas es posible desde los pasos hacia la libertad, desde el SILENCIO, en ZEN decimos: "saber morir en el cojín".

Enrique Martìnez Lozano lo explica muy bien: 

Por eso, cuando constatamos la pobreza de nuestro amor -a nivel individual y colectivo-, con tanta carencia y tanto dolor infligido a otros, nos hacemos conscientes de la ignorancia en la que nos movemos y de lo alejados que nos hallamos de la verdad.

Ignorancia, oscuridad, confusión, mentira…, son la fuente última de nuestro egocentrismo que, encerrándonos, nos hace vivirnos en actitudes defensivas y hostiles hacia los otros. Solo la verdad -la comprensión de lo que somos- aporta la luz y la fuerza necesarias para vivir en amor, aunque esto implique un trabajo psicológico que nos permita ir sanando bloqueos (miedos) que lo dificultan o, por el momento, lo hacen imposible(1).

Nuestro egoísmo y ganas de acaparar hacen que veamos diferencias en el trato, que nos creamos que somos menos o más amados que otros. Como si existiera una calculadora para medir la cantidad exacta de amor que nos tienen o tenemos. Gracias a Dios no existen esas calculadoras.

Amar supone dar ese salto en el vacío que hace aflorar esos miedos ocultos que emergen cuando menos lo esperamos pero a la vez atan los lazos de la amistad pues sabemos de quien nos podemos fiar en esos momentos de oscuridad personal. 

Ten siempre presente: AMA Y DESCUBRIRÁS TU VERDAD.

(1)https://www.enriquemartinezlozano.com/el-unico-examen-es-sobre-el-amor/

Comentarios

  1. Increíble. Me ha encantado. Que manera tan bonita y real de explicarlo. Gracias

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares