¡Preparados.... listos.....

 

Cualquier atleta sabe que para llegar a ese momento de salida ha tenido que invertir muchas horas y días de duros entrenamientos, También cualquier profesional, artista, etc. exitoso ha pasado sus momentos de oscuridad, dudas, de aciertos y desaciertos. Ese tiempo tan precioso llamado PREPARACIÓN.

 A saber el número de veces que Miyoko Shida, Lara Jacobs u otros artistas  han tenido que recoger una y otra vez las ramas del suelo hasta conseguir el perfecto equilibrio. Este tiempo de preparación oculto a los ojos de los espectadores es el más importante. Donde se aprende a tener el equilibrio interno, el pulso necesario para no temblar.

Pero a veces queriendo emular a ese famoso futbolista sin un previo calentamiento muscular ni post enfriamiento, pues el resultado fue terminar en el centro de fisioterapia por la contractura o torcedura. 

Para algunos las 12 campanadas del 31 de diciembre significaron la salida en la carrera por lograr los propósitos del año. Sí, de esa lista interminable de cada año que nunca llega a cumplirse.

Es importante revalorizar el tiempo de PREPARACIÓN, ese maravilloso tiempo de afinar objetivos, de ensayo, de error y acierto, en que somos una más de esa gente que se levanta por la mañana para cumplir su rutina diaria, pero he aquí la gran diferencia: nos levantamos con un compromiso concreto por que tenemos una motivación que refleja nuestra misión de vida, tal vez para unos suene "aburrido" pues no hay acción o tal vez les suene demasiado a anonimato sino viene acompañada de un "me gusta" de facebook, twiter o cualquier red social.

Ese tiempo cronológico que afianza nuestras destrezas, pule las imperfecciones, reorienta nuestras metas para que sean cada vez más reales. Tiempo en que nos dejamos acompañar por otras personas, pues sabemos que la soledad no es buena compañera en estos momentos. Necesitamos de un buddy que está ahí y se compromete con nosotras para apoyarnos a alcanzar la meta. 

Ese tiempo es kairos pues cuando nos sumergimos en él todo se desvanece, lo que algunos llaman ese momento flow,  Cuando quedamos absortos y parece que el reloj se ha detenido. Disfrutamos de ese momento de preparación porque es nuestro aquí y ahora, nuestro PRESENTE. Nos hace sentirnos enraizadas, momento de plena consciencia, donde nuestro respirar y actuar son un solo movimiento, sintiendo una paz profunda.

Por eso me encanta en el sesshin el SAMU, cuando a cada uno de los participantes se nos invita a realizar un trabajo (barrer, limpiar el jardín, el salón, los baños, etc.) poniendo nuestra plena atención en lo que hacemos sin dejar que nuestra mente nos lleve al pasado o al futuro. Es la práctica a estar en el aquí y ahora después en la vida diaria. 

El final de este tiempo de preparación culmina con una celebración, con el reconocimiento por parte de otros que ya estas lista para empezar a desarrollar tu misión o emprendimiento.

Así contemplo los 30 años de vida oculta de Jesús, un tiempo precioso en el que fue creciendo en sabiduría, estatura y en gracia ante Dios y ante las personas (Lc 2,52) que finalizan con su bautismo de manos de Juan (Lc 3,21-22). Es en esos 30 años cuando aprendió muchas de las lecciones que después compartió con sus discípulos: la relación filial de respeto de los padres hacia los hijos aceptando su vocación o misión de vida, la fortaleza de ser mujer emprendedora como su madre, la fuerza del amor incondicional con todas las personas, la necesidad del silencio orante para estar a solas con el AMOR INCONDICONAL, dejarse amasar por la RUAH, por la SABIDURÍA DIVINA.  

El tiempo de preparación es tiempo de interiorización, El resultado de la acción es fruto de este tiempo.

Y tú que prefieres ¿lanzarte rápidamente a la acción o más bien "aburrirte" durante la preparación?

Si te das cuenta todo nuestro "éxito" puede depender de una simple pluma o de un sencillo gesto.



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