SER SERVICIO

 


Hoy, tu servicio ¿a cuántas personas ha beneficiado? 

Si trabajas en una empresa ya sabes que tipo de cálculos realizas para las estadísticas de venta-calidad utilizas para que tus clientes evalúen tu servicio, como esas maquinitas que ponen en los supermercados con caritas de diferente color.                                                                                                                    Pero esta maquinita no mide el grado de felicidad que experimentaste tu misma o el personal al dar este servicio, independiente del resultado de la venta. ¿Te imaginas un aparatito de esos para evaluarnos cada vez que sentimos un subidón de serotonina cuando servimos a otra personas?, ¿Cuál sería el puntaje que alcanzaría al final del día?

Estamos llamad@s a vivir esta experiencia diariamente y ese aparatito se llama "revisión del día". Cuando ya estamos en los últimos minutos del día podemos mirarnos como ha sido nuestro trascurrir, cuantos momentos nuestro servicio proporciono un beneficio, una sonrisa, un momento de paz o descanso a alguien más. 

El servicio te permitió salir de tu zona de confort, aunque fuese solo por no escuchar ya las quejas pesadas de ese vecino que hace tiempo te dijo que podarás esa rama que molesta en su jardín, o sencillamente fuiste capaz de conducir media hora más para dejar tu compañera de trabajo delante de su casa. 

Tal vez fue algo tan sencillo como decir a tu hija: "Puedes traer a los niños a casa, hoy estarán conmigo y tu descansa esta tarde", o viceversa: "mamá, hoy cocinaré yo, tu descansa". Un servicio que te ha llevado a cambiar tu modo de vida solo para que esa persona esté mejor cuidada, te conviertes en la cuidadora o cuidador que vive exclusivamente para atender a su familiar y que muchas veces pasa totalmente desapercibido por los demás, pues la mirada se enfoca en el enfermo.

El servicio ocurre como una relación entre pares, fortaleciéndose y renovándose, sosteniendo a ambos.  
"El servicio descansa en la premisa básica que la naturaleza de la vida es sagrada, que la vida es un santo misterio con un propósito desconocido. Cada persona, que alguna vez ha servido a lo largo de la historia en el tiempo, entrega servicio a lo mismo. Somos los servidores de la integridad y del misterio de la vida" (Reman 1996) (Fundamentos y practica de Haeling touch)

El blablabla del discurso de los candidat@s por el "título de soy el más importante" queda minimizado cuando es incoherente con su servicio. 

Ya Jesús lo dejo bien claro (Mc 10, 42-43) "«Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor".


Enrique M. Lozano da un paso más, pues decir servidor es 
Hablar de una personalidad integrada, unificada y armoniosa, reconciliada consigo misma. Es precisamente esa integración personal la que posible entregarse y olvidarse de sí
El proceso de integración se basa en el amor humilde hacia sí. Es necesario que la persona pueda “encontrarse” con ella misma, mirarse a los ojos, aceptarse con toda su verdad y amarse con la mayor viveza posible. Ese amor hacia sí, que unifica, es también el que capacita para entregarse a los otros.(1)

Y ser el servidor o la servidora es sencillamente eso, eso que nace de su corazón y llega al corazón de quien lo recibe y le hace sentirse aceptad@, apreciad@, amad@ por lo que es. 

Me despido de ti con un deseo: 
"que tengas muchas caritas felices al final del día".

(1) https://www.enriquemartinezlozano.com/dar-la-vida/

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