La presencia del 3

 

¡Qué importante es el 3 en nuestras vidas!, ¿Te has fijado verdad?, ¡Está en todas partes!

Casi  todos los cuentos de la infancia se basan en el tres: Los tres cerditos, Caperucita Roja (la niña, la abuela y el lobo), Blancanieves (la niña, la madrastra y los enanitos), Los tres mosqueteros, etc. etc. incluso  Los cuatro hermanos ingeniosos (El padre, los hermanos y sus profesores).

Ya no digamos de los objetos. Tan funcional es un tenedor o una horquilla para la paja del trigo como un taburete con solo tres patas. 

Por algo nos enseñaron lo triángulos en geometría.

Tres son los colores primarios: rojo, amarillo y azul para conseguir la multitud de colores que pintan la creación.

Tres moléculas de átomo son capaces de crear vida: dos de Hidrógeno y una de Oxígeno.

El tres incluso es capaz de cambiar tu realidad y que tengas otros nombres, por ejemplo "mi pareja" con el hijo o hija se convierte en "papá o mamá". Con tres hij@s pasas a gozar de los beneficios de ser familia numerosa en España. Tener relación entre solteros tiene un nombre pero si alguien esta casado o con pareja formal te conviertes en amante. 

Tres son los roles que encontramos en una relación tóxica o desigual: victima, perseguidor y salvador (y una sola persona puede hacer los tres roles en diferentes momentos del día). El análisis transaccional recurre al tres para explicar los estados del YO:  Padre, Adulto, Niño.

Ser tres permite que surja el movimiento circular en cualquier equipo o grupo humano, 
sea más creativo.

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En el Zen hablamos de los tres refugios: Buda, Dharma y la Shanga. Hablamos del estado de "Despierto", "Enseñanza" y "el grupo de personas que viven según la enseñanza de Buda". Así como de los tres venenos: la codicia, el odio y la ignorancia.

Y mi fe (cómo de tantas otras personas) se fundamenta en el Dios Trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El bautismo es Trinitario (Mt 28,19). Al Amor Incondicional se le ama de forma holística: "con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tu fuerzas" (Lc 10, 27).


El tres nos permite salir del individualismo o verticalismo del uno, del bipartidismo del dos que nos han llevado a visiones muy totalitarias o al dualismo que etiqueta todo como "bueno" o "malo", los "otros" y "nosotros".

Necesitamos del tres para ampliar nuestro horizonte y conocimiento de la realidad. 

El tres es más dinámico, capaz de crear el espíritu comunitario. Por algo Leonardo Boff titulo un libro: "La Trinidad es la mejor comunidad". Salir de una visión dual de buenos y malos, reconocer que en mí misma también está lo que no acepto de ti y que en ti también está la semilla de todo cuanto admiras en mi. 

Comprender el ESPÍRITU TRINITARIO como un problema de matemáticas es imposible, desde el solo pensamiento nunca alcanzaremos a entenderlo (podemos usar imágenes como la del agua). 

Sólo desde la vivencia y experiencia del ESPÍRITU TRINITARIO es posible comprenderlo y saborearlo. Vivir intensamente el AMOR INCONDICIONAL con todos nuestros semejantes, con la creación. 

Respirar al ritmo de la COMPASIÓN. 

Vivir la HUMILDAD pues reconozco que aún me falta mucho por conocer y necesito de la presencia de los demás. 

Considerar que el tiempo actual es un KAIROS, es decir, soltar los apegos al pasado y querer alcanzar al futuro cuando solo tengo el presente entre mis manos. Y este presente es mi escuela de aprendizaje que me permite vivir cada vez con más LIBERTAD.

Mirar la UNIDAD presente en TODO. 

Te invito a preguntarte: ¿Vives la dimensión trinitaria en tu vida?





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