El desierto florecerá.

 

Cuando miras un desierto por primera vez parece que nunca podrá surgir vida de él, la dura aridez resplandece ante nuestros ojos pero también muestra la belleza de las dunas. Por eso era un poco esceptica a las palabras del profeta Isarías: " El desierto y la terra reseca se regocijarán, el arenal de alegría florecerá, como flor de narciso florecerá, desbordando de dgozo y alegría" (Is 35,1-2),  

El milagro sucede cuando cae la lluvia sobre las semillas escondidas entre la arena y empiza a manifestarse la hermosura de las plantas. En Piura durante el fenómeno del niño pude comprobar como las semillas de arroz, algodón, etc. que habían caído de los camiones que los transportaban, empezaban a crecer con las lluvias torrenciales de esos meses. Incluso en el árido desierto del Sahara hay vegetación.

Pero existe un desierto más cercano a nuestro corazón y entrar en él solo lo podemos hacer nosotr@s. Es el desierto del crecimiento personal, nadie más puede participar de ese viaje. Por divesas circunstancias la VIDA nos admite a este curso intensivo de desarrollo y si o si nos toca aprender una lección, de lo contrario quedamos "reprobados" hasta una nueva oportunidad, por algo dicen que el "ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra".

La VIDA tiene sus aliadas parar empujarnos al desierto, una de ellas es la RUAH, Jesús es testigo de esto:  "En seguida el Espíritu lo empujó al desierto. Estuvo cuarenta días en el desierto y fue tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían."(Mc 1,12-13a). 

¿Te ha sucedido alguna vez que son las circunstancias externas te lanzan a vivir una nueva etapa de tu vida?, ¿Has experimentado la soledad, la debilidad  en estos momentos?, ¿recuerdas quienes fueron tus aliadas/os que te apoyaron a dar ese nuevo paso?

La experiencia del desierto forma del crecimiento de todo ser humano, de lo contrario seguimos atados al cordón umbilical del pasado. No lo pasamos nada bien mientras caminamos por esos páramos tan desolados. Una vez traspasado ese áspero camino sentimos el sabor de la gloria: logramos superar un gran reto, "encontramos el gran almacen del queso" diría alguien. 

Entrar en el desierto nos permite encontrar nuestro verdadero SER, implica salir de la zona de confort, ir soltando las creencias heredadas por  nuestros ancestros que nos encasillan a mirar la vida como una gran competencia donde el PODER se fundamenta en el TENER, dejar de oir la tentación de minusvalorizarnos y empezar a escuchar con un gran altavoz nuestro potencial innato: el DON con el cual nacimos para hacer crecer la VIDA,  que nos hace sentirnos y sabernos HIJAS E HIJOS DEL AMOR INCONDICIONAL.

 Entrar en esa tiempo de SOLEDAD es cuando nos damos cuenta de todas las adicciones que arrastramos a: redes sociales,  comida, bebida, personas, juego, ejercicio físico, compras, etc.  tal vez escuches muy adentro  la tentación de ¿y ahora que hago sin ...? Te das cuenta que para sentir que eres alguien precisas de un objeto o persona, cuando hemos nacido con todo el potencial para ser autónomos (muy diferente a autosuficiente).

El desierto nos purifica de todo narcisismo, pues sabes bien que el mundo puede caminar sin ti, nadie esta bajo tus pies y tal vez se sienten mucho mejor sin tu presencia. Son capaces de valerse por si mismos. Es decir les hiciste un favor, pues así empezaron también a ser autónomos y gestionar su vida.

Siempre existe la tentación de regresar "a lo que era antes", a mantener las mismas conversaciones tóxicas con nosotr@s mism@s.

Pasar esos "cuarenta días" nos fortalece, la Ruah sabe que tiempo necesitamos para llegar al final, Yo al igual que tu, he tenido mis aliadas para poder lograrlo tengo presente con gran cariño los talleres de "Abrazando mi ser" (Carmen Vargas), "Amor propio" (Rossana Helou) y Taller de Vida (couch Rosy Velasco). Cada uno de ellos me ha ido motivando a dejar emerger mi verdadero Ser, en un proceso. Cuando el alumno esta preparado aparece el maestro.

¿CÓMO PUEDES VIVIR TU DESIERTO DE TRANSFORMACIÓN? Solo necesitas: SILENCIO, MEDITACIÓN, ORACIÓN, AYUNO para llegar a escuchar tu SER acompañado por tu guía espíritual (pues solos nos quedamos enredados por el ego), después podrás escuchar el latido de la VIDA en cada ser vivo y te dejarás llevar por la COMPASIÓN.

La propuesta está servida y la Ruah dispuesta a ayudarte.