Vivir una espiritualidad que nos permite reconocer la BUENA NUEVA en la vida diaria.
"Vaciarse para SER plenamente UNIDAD con toda creatura"
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Allí estaré
Así resuena el himno de la enfermera, un canto que recoge la labor de todo el personal sanitario que cuida de la salud del enfermo.
El día 11 celebramos la JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO, en esa fecha una joven campesina francesa de Lourdes recibió un mensaje de parte de una Señora vestida de blanco, toda Inmaculada: que le trajese agua del manantial. Convirtiéndose en el centro más importante de peregrinación.
Peregrinar hacia la sanación es el camino que recorren miles de enfermos hoy día, para algunos de ellos se convierte en un verdadero via crucis. En este recorrido se han de superar miles de obstáculos, pero el primero de todos es RECONOCER QUE NECESITAMOS SANARNOS desde una visión integral, pues no basta con una pastilla o el jarabe antiinflamatorio cuando por nuestras venas recorre la ira a sus anchas, no es suficiente un antipirético para bajar la fiebre cuando estamos faltos da amor hacia nosotr@s mism@s, y tampoco podemos quedarnos con el antialérgico cuando rechazamos relacionarnos con "según que gente".
La sanación - salvación es integral, desde lo físico a lo espiritual, pasando por lo emocional y mental. Por eso los antiguos médicos y enfermeras de antaño se ganaban la confianza del enfermo y su familia, pues sabían acercarse, escuchar y tocar al paciente. Mientras que ahora el sistema sanitario fuerza a muchos médicos a tratar a los pacientes como números de estadística, hay que cumplir una lista pues de lo contrario las listas de espera son interminables.
Muchos profesionales de la salud trabajan y quieren seguir tratando con dignidad al enfermo, saben que tienen delante de ellos un ser humano y no solo una artritis de rodilla o un hígado graso. Mucho más cuando hablamos de enfermedades terminales, ese momento especial para acompañar a bien morir, a proporcionar todos los cuidados paliativos necesarios a quien ya solo nos va a dejar su presencia y recuerdo en el corazón.
<<"Quién este completamente sano, que levante la mano", empezando por los más viejos y terminando por los más jóvenes dejaron la sala>> Tristemente estamos en una sociedad que crea enfermos para después vender los remedios, cada vez nos hace más dependientes de productos maravilla para todo, empezando por el sencillo chupete del bebé hasta la crema antiedad que nos hace olvidar que tenemos 70 años.
Dignificar al enfermo es humanizar nuestras relaciones interpersonales, pues todos somos débiles en algún momento de nuestra vida. Acercarnos al rostro sufriente de nuestros semejantes nos permite reconocer nuestras propias limitaciones personales, también nosotros precisamos ángeles que nos escuchen y vendan nuestras heridas.
La invitación está hecha, todos podemos mirar desde el corazón a quien sufre, acoger su dolor, vendarle las heridas con la pomada de la compasión, acompañarlo en su angustia, aliviar su soledad dándole la mano, alimentar su esperanza con la verdad, y sobre todo despedirlo con agradecimiento pues ha de partir ligero de equipaje hacia la plenitud del AMOR INCONDICIONAL.
Solo así podremos cantar: ALLÍ ESTARÉ.
Letra completa de “Allí estaré”, el himno de la enfermería:
Muy buenas reflexión, porque brota desde la vida, la pobreza, como la vulnerabilidad. Que la esperanza que nace del corazón encarne la alegría de vivir.
Es una bella letra que habla de la solidaridad y el desprendimiento de las personas para estar al servicio del prójimo con Amor y Compasión, gracias
ResponderBorrarBelleza de himno.
ResponderBorrarBelleza de las hondas palabras que lo acompañan en este blog.
Te y les agradezco tanto, tanto amor.
Que sigamos sostenidos en compasión para seguir estando allí.
Las abrazo, enfermeras.
Yo no lo soy, pero mi corazón sí.
Carmen
Muy buenas reflexión, porque brota desde la vida, la pobreza, como la vulnerabilidad. Que la esperanza que nace del corazón encarne la alegría de vivir.
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