¡DEJAME EN PAZ!

Will Hunting tiene una incontable lista de psicólogos, psiquiatras, etc. ya conoce todo cuanto debe decir para que lo dejen en paz y pueda seguir tranquilo por la vida, no le interesa para nada otro modo de moverse por su mundo; hasta que se encuentra con Sean, él único que lo desarma.

Por la vida real hay muchos Will, personas que se consideran a ellas mismas como "imposibles", pues  cuando alguien toca su lugar sagrado, su interioridad no es bien recibido "nadie puede hacer por nada", "así soy, así me criaron", "no pierdas el tiempo conmigo", "aléjate de mi antes de que te haga daño", "cuando me conozcas me odiaras", "déjame en paz" etc. se auto aíslan detrás de un sin fin de máscaras o adicciones, lo importante es no escuchar el dolor provocado por las heridas de la infancia. Como me decía una mujer: "nunca sentí el amor de mis padres, pues fallecieron a causa del VIH, a partir de ahí fui de casa en casa, tuve que defenderme. Deseo que me quieran pero a la vez me empalaga mucho amor". 

Acaso ¿existe una fuerza externa que domina a estos jóvenes como él de Cafarnaum? (Mc 1,21-28) Pues es más fácil creer que la causa esta fuera de uno mismo que dentro, "es por culpa de los demás que soy así". 

Personas que esconden talentos ocultos como Will, poseedor de una mente brillante, capaz de resolver un problema matemático super difícil. Debajo de una/o drogadicta/o, alcohólica/o, violenta/o, etc. puede existir oculta una gran personalidad con muchos dones para realizarse completamente, en todas las dimensiones del ser. Recuerdo al doctor Ben Carson, con un carácter violento de joven fue capaz de convertirse en el mejor cirujano, capaz de liderar el equipo que separó por primera vez a una pareja de siamesas.

Recuerdo la alegría de aquellas madres cuando sus hijos les confirmaron que ya no consumirían más drogas, o  a emborracharse más para centrarse en sus estudios. Hoy día son excelentes profesionales. 

La escena del joven de Cafarnaúm sucede en la sinagoga, espacio sagrado de encuentro con Yahvé. Espacio para conectar con el MISTERIO, Espacio para la interioridad.

Quien logra entrar en el lugar sagrado de la interioridad de estos "antisociales" (como son calificados algunas veces) es capaz de provocar un giro impresionante en ellas, que se miren tal como son a los ojos del AMOR INCONDICIONAL: pues son sus HIJAS E HIJOS de DIOS. 

Siempre he creído que una experiencia verdadera de encuentro con alguien  es capaz de realizar el mayor de los milagros: CREER EN TI MISM@, pues es cuando sentimos que se nos ama por el SER. De ahí en adelante, solo se trata de diseñar un proyecto personal de crecimiento hacia la plenitud de la propia IDENTIDAD, pues la COMPASIÓN sostiene todo el proceso, los demás ya no son enemigos a vencer sino seres por servir. Significa empezar a vivir el propio poder creador del BIEN ahí donde estamos.

Will consigue exteriorizar su dolor cuando puede escuchar la frase mágica "NO FUE CULPA TUYA",  eres inocente de la violencia que viviste. Sentirnos profundamente perdonad@s nos permite mirarnos a nosotros mism@as con otros ojos. Perdonarnos a nosotr@s mism@s nos devuelve la VIDA.

 El dolor se convierte en fuente de sanación para otros, "ayudar a otros me hace sentir bien", "me dije a mi misma que mi hija se sentiría orgullosa de mi", "ayudaré a otros jóvenes a vivir una experiencia de retiro y silencio". Personas que empezaron a creer en ellas y comprobaron que su fortaleza estaba en el colaborar en la felicidad de otra gente.

SOLO EL AMOR INCONDICIONAL NOS SANA,