PRUDENCIA & NECEDAD en una emergencia
Nos disponíamos a vivir un feriado largo, después de tantos meses de pandemia unos días de vacaciones sonaban a música celestial. Así que el Gobierno de Honduras traslado las fechas del feriado morazánico de Octubre al mes de Noviembre, animando a la gente a gozar de las bellezas del país, para algunos suponía salvar las ganancias pérdidas durante los meses anteriores. Para otros significaba poder visitar a su familia, el añorado reencuentro familiar. Las autoridades sanitarias recordaban que todo se debía hacer con las medidas de bioseguridad (creo que ya tenemos más que aprendida esta palabra). Todo el mundo estaba invitado a la fiesta, ya los rostros dibujaban una sonrisa inmensa.
También un grupo de 10 jóvenes estaban dispuestas para ir a la fiesta de
bodas, pero tenían que vigilar la entrada del novio para poder ingresar en la
casa (Mt 25, 1-13), ahí estaban bien bulliciosas con sus lámparas encendidas. Todo
a punto para asistir a la fiesta, así estaban los hondureños que ya tenían sus
reservas hoteleras realizadas.
Pero, los imprevistos siempre suceden. Los novios como
tantos novios se retrasaron, así que la luna hizo su aparición, poco a poco las
lamparas terminaron el aceite y el sueño venció a las muchachas. Y en
Centroamérica apareció el HURACAN ETA, pero este si avisó de su llegada desde
el 30 de Octubre, tiempo para replantear y cambiar los planes vacacionales por
otros de protección civil, esto se llama PRUDENCIA
Como algunas de las muchachas ya habían aprendido de experiencias
anteriores se llevaron más aceite para sus lámparas, las otras confiaban que
todo saldría según lo planeado. Como la NECEDAD es una de las aliadas de la
fuerza del MAL consiguió que la PRUDENCIA brillará por su ausencia; los
hondureños despertaron de su sueño cuando la lluvia y el viento empezaban
a azotar Nicaragua (2 de Noviembre), fue entonces cuando sonó la alarma a
nivel nacional (3 noviembre) suspendiendo oficialmente el feriado. Realmente la
experiencia del Huracán Mitch había quedado en el olvido.
Las jóvenes prudentes pudieron entrar en la fiesta, las necias quedaron
fuera. Ojalá fuese así en esta realidad que nos toca vivir ahora
en Honduras. Todas y todos estamos en la misma fiesta pero asistimos con
diferentes trajes, unos van con las vestiduras de la SOLIDARIDAD otros van
cubriéndose con los ropajes de la CORRUPCIÓN.
Hay rostros que traspiran dolor por la muerte de sus familiares, por
las pérdidas de sus casas, terrenos de cultivo, rotura de carreteras y
puentes....
Hay rostros que dibujan una media sonrisa irónica por las ganancias que
obtendrán a costa de aumentar los precios a las colchonetas (un bien tan escaso
ahora), a los electrodomésticos, a los bananos, etc.
Otros aprovechan como dice el dicho: "unos van a la bulla y otros a la
cabulla" pues van a saquear lo poco que es salvable en las casas de los
damnificados: las láminas del techo, los colchones mojados por el barro, robar
el dinero que quedo enlodado, los aparatos de aire acondicionado, etc. o
sencillamente seguir robando a los autos o lanchas que llevan ayuda solidaria a
la gente que aún permanece en las zonas inundadas. No faltan las típicas
fotografías oficiales pues sirven para los amantes del populismo.
Duele en el alma, duele ver como el Mal busca la Mentira para seguir
manifestándose, facilitando el trabajo a la CORRUPCIÓN, puesto así el escenario
es fácil que reine la DESCONFIANZA (“nadie se fía de nadie” “¿Harán llegar mi
ayuda a la gente o se quedará por el camino?”) junto con el PÁNICO alarmista, dando como resultado el CAOS en
la asistencia y en la información real de los hechos, hasta el punto de
organizar un MEGACAOS el día sábado 7 de noviembre por una falsa alarma de
inundación.
En el otro lado de esta fiesta esta la SOLIDARIDAD, con un ropaje que brilla por la AUTENTICIDAD de los corazones generosos, gente de toda clase social ayuda con lo poco o mucho que puede, desde una baleada hasta una colchoneta, desde unos sándwiches de pollo a dar acogida a los damnificados, desde facilitar una llamada de teléfono a buscar al familiar desaparecido, etc. Es impresionante como los hondureños responden, conmueve las entrañas ver tantos gestos. El pueblo responde con lo que puede desde su gran AMOR. Periodistas respetables como Radio Progreso facilitan la veracidad en la información. Las Iglesias y otros grupos se organizan para abastecer a los damnificados. Las ropas de la SENCILLEZ provocan lágrimas en los corazones anegados por el dolor pues sienten que son tratados con DIGNIDAD. Las JÓVENES de nuestra colonia y de tantas otras aúnan sus esfuerzos para colaborar apoyando en lo que sea, pues están bien despiertos, saben que significa quedarse en la intemperie. El BIEN sabe cómo expresarse mediante la PROVIDENCIA, pues sabe cuándo y a quien debe llegar la ayuda necesaria. Las BENDICIONES y los AGRADECIMIENTOS llueven sobre cada uno de las voluntarias y voluntarios. El vestido de la SOLIDARIDAD tiene una larga cola que se extiende más allá de las fronteras del país, ahora somos todos UNO. La PLEGARIA, la MEDITACIÓN solidaria aumentan la fuerza del BIEN, de la VIDA. Estremece escuchar de los labios de quien ya solo tiene su cuerpo: "A pesar de todo Dios nos tiene con vida".
La PRUDENCIA ENGENDRA VIDA mientras que la NECEDAD PROVOCA la MUERTE. Optar por una u otra conducta depende de cada persona. ¿A cuál te apuntas?
Solo resta decir: Gratitud inmensa para cada una de las personas que están
aportando su presencia amorosa en esta realidad. Gracias, Gasho, Namaste.
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