SE RESUMEN EN DOS...
¡Qué bueno sería resumir en dos todo el código penal!, facilitaría mucho la memorización de tantas leyes con sus artículos correspondientes. Tal vez así romperíamos el dicho de “hecha le ley, hecha la trampa”, porque es triste tener esa sensación hacia un código penal que provoca inseguridad en la ciudadanía. Y un código legal ha de proporcionar seguridad a todos los habitantes de un país.
Una vez UNA PERSONA que SOLO SABÍA AMAR supo resumir 613
preceptos y 365 prohibiciones de la Torá en dos, con una sola clave de
interpretación: AMARÁS, pero que resuena hacia tres puntos: LA DIVINIDAD, LOS DEMÁS y UNA MISMO o UNO MISMO. Se forma un trípode sobre el cual se sustenta
toda la legislación.
Esta mañana al leer este texto (Mt 22,34-40) me pregunté ¿Qué
es amar? ¿Cómo reconocer que alguien ama? Porque he visto como el ladrón, la
prostituta, el drogadicto, el narco… también aman a su gente, se preocupan por
su salud y bienestar. Ya lo dijo Jesús: “Yo les aseguro que los publicanos y
las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios” (Mt 21,
31). Nos adelantan porque aman.
Entonces ¿qué es amar? Pensé en Caín que va huyendo porque
ha matado a su hermano, se esconde (Gn 4,8), huye de la vista de todos incluso
de Dios. Al igual que él seguimos escuchando la misma pregunta ¿dónde está tu
hermana/o? (Gn 4,9). Cuando nuestra forma de amar no es la correcta vamos en
huida, la oscuridad y la mentira se convierten en nuestras aliadas. Esta orientación tiene consecuencias en el cuerpo físico.
Cuando nuestra manera de AMAR facilita el crecimiento
personal de quienes nos rodean, del pueblo donde vivimos, la fluidez en las
relaciones permite la comunicación y el diálogo sincero. La mirada se dirige a
los ojos del corazón, nos reconocemos. La COMPASIÓN, la solidaridad, la
gratuidad son nuestras aliadas. El respeto hacia la propia vida nos permite
respetar la vida de los demás.
Una de las tareas más difíciles que tenemos es AMARNOS A NOSOTRAS/OS MISMAS/OS, somos muy solícitos en responder a las necesidades de los demás pero tacaños cuando se trata de nuestra persona. El AUTOCUIDADO empieza en la alimentación, pasa por el ejercicio físico, se recrea en el mundo lúdico, se complace con la palabra y el pensamiento adecuado para terminar en el cuidado espiritual.
"Cada decisión que tomamos, ya sea motivada por la fe o por el miedo, dirige nuestro espíritu. Si el espíritu de una persona está impulsado por el miedo, ese miedo regresa a su campo energético y a su cuerpo. Si, en cambio, su espíritu está dirigido por la fe, la gracia regresa a su campo energético y su organismo biológico se desarrolla bien y prospera.
Para comprendernos y estar sanos en cuerpo y espíritu, hemos de entender cómo se relacionan la materia y el espíritu, qué nos quita el espíritu, o fuerza vital, del cuerpo, y cómo podemos rescatarlo de los falsos dioses del miedo, la rabia y la tendencia a aferramos al pasado". (C. Myss Anatomía del Espíritu, pag 43)
Soltar los lazos del miedo, la rabia o el pasado esclavizante nos permite amar los lazos de VIDA que nos unen entre nosotras/os y con toda la CREACIÓN hacemos visible al AMOR INCONDICIONAL, a la Divinidad. Porque todo es reflejo del Amor divino y por tanto solo nos resta Amar a su Creador y a todas las creaturas. Solo así, cualquier código legal proporcionaría seguridad plena a sus ciudadanos.
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