TENGO SED....


 Tengo sed de... Dios,  si ya sé que estamos en verano y buscamos saciar nuestra sed.

Aun revivo la emoción que sentí la primera vez que leí el salmo 63 (62). Recien empezaba a decir mi deseo de ser religiosa, oraba a mi manera y las palabras de este salmo reflejaban mis sentimientos hacia Jesucristo. 

¿Puedes callar cuando ves la injusticia o la incoherencias? ¿cierras tus brazos ante el dolor provocado por la pobreza? ¿acaso aprietas tus ojos para no ver la maldad? ¿te haces el sordo al diáologo con el diferente? Si respondes no es porque tu corazón está vivo, tienes unos valores  e ideales. Esa es la experiencia de Jeremías, desea callar pero no puede, si lo hiciese hiría en contra de su propio ser, de su propoia vida.

Las amistades nos dicen: "dejalo ya, todo seguirá igual, que ganas con eso". Pues no, no gano nada, solo unos cuántos disgustos y enfados más de una vez. Pero no puedo dejar de mirar al otro lado cuando veo al moribundo tendido en el camino. La ganancia es la sonrisa del niño que puede seguir sus clases, la paz por facilitar que lleguesases a tu casa, el gozo por animar quien trabaja con los ancianos, la dicha por llevar una bolsa de alimento a tu casa, etc. Son gestos sencillos, gota solidria a gota solidaria. 

Jesucristo, recrimina a Pedro por ofrecerle otra forma de vivir su mensaje, pero Jesús es coherente al 100%, ¿vivir su mensaje sin pasar por la cruz? que locuras Pedro, ¿aún no conoces a tu Maestro?. es en la cruz dónde nos enseñará a amar a los enemigos y mucho antes nos da su mejor testamento: la EUCARISTÍA. 

Pedro, deja que el Maestro llegué a Jerusalen, acompañale. Pedro, hoy día hay muchas personas como tu Maestro que prefieren dar la vida cada día en pequeños gestos de solidaridad.

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